Luis Cantarero Abad es
Licenciado en Psicología y doctor en Antropología social y cultural. Es
profesor Titular de la Universidad de Zaragoza en el área de Psicología Social
con destino en la Facultad de Ciencias Sociales y del Trabajo. En esta Facultad
actualmente es Vicedecano de Trabajo Social y Coordinador del Grado en Trabajo
Social. En relación con la docencia universitaria destaca su curso de doctorado
titulado Deporte, Sociedad y Cultura y la dirección del postgrado de Deporte y Sociedad: formación
multidisciplinar y retos contemporáneos. Ha participado en distintos proyectos de investigación competitivos de
I+D, en congresos
nacionales e internacionales en Españan, Europa y Estados Unidos y posee en su
haber publicaciones prestigiosas (libros, capítulos de libro y artículos) en
materia de deporte y sociedad. Trabaja como Psicólogo en el Real
Zaragoza, SAD desde la temporada 2006-2007. Además de este curriculum
científico ha jugado al fútbol federado durante 34 años (desde alevines hasta
la liga de veteranos pasando por Tercera y Segunda División B).
Contexto
fútbol: Para Ud. ¿Qué aporta principalmente la psicología al fútbol?
A mi juicio, habría que hablar de psicologías
aplicadas al fútbol: psicología del entrenamiento, psicología del aprendizaje,
psicología clínica y psicología de las organizaciones. Cada una de ellas tiene
aplicaciones concretas en los clubes de fútbol contemporáneos. Enumero algunas
de ellas a modo de tormenta de ideas:
Evaluar la mentalización de los futbolistas y de
los equipos para tener datos importantes para la intervención y planificación
del trabajo: mejorar
la mentalización de los futbolistas y de los equipos: la capacidad para
trabajar en equipo, las capacidades cognitivas y las capacidades emocionales.
Apoyo psicológico a jugadores denunciando el intrusismo profesional:
el apoyo psicológico que ofrecen quienes no tienen formación universitaria en
psicología (por ejemplo, los que ofrecen coaching sin ser licenciados en
psicología) que pone en peligro la profesión y la salud mental de los
futbolistas creándoles de manera irresponsable daños irreparables.
Apoyo mental específico a los técnicos
Apoyo psicológico a los lesionados y el asesoramiento y tratamiento
individual de las dolencias psicosomáticas
Psicología social de las organizaciones que se responsabiliza de los
recursos humanos, la selección de personal (incluida la de los futbolistas),
los riesgos psicosociales, el tratamiento de los conflictos y la negociación.
Asesoramiento a los técnicos en psicología del
aprendizaje dirigida al entrenamiento (para que las tareas tengan sentido de
acuerdo a las modernas teorías de enseñanza – aprendizaje) e inclusión en los
planes de entrenamientos anuales de objetivos psicológicos grupales e
individuales. Los entrenadores del antiguo régimen, por así llamarlos, abstraen el cuerpo físico del
sujeto en cuanto tal y los que consideran al ser humano como totalidad. Desde
este planteamiento hacen trotar y trotar a los jugadores alrededor del campo,
buscan el torso espectacular del futbolista, recurren a los genitales
masculinos en la explicación de los resultados, les sudan los sobacos y no necesitan psicólogos. Los entrenadores
que apuestan por el segundo de los planteamientos- es decir, aquellos que
entienden al sujeto humano como totalidad- establecen sinergias en sus
entrenamientos entre lo físico, la técnica, lo mental, lo relacional. Entrenan
jugadores cabeza pensantes y no cabezas almacén (en términos de Ramón y Cajal);
jugadores que jueguen con cabeza y no con los pies.
En el Real Zaragoza, trabajamos
de manera colectiva, durante toda la temporada, la concentración, la ansiedad,
la confianza, la cohesión y motivación a través de tareas creadas por los
técnicos (siguiendo los principios del aprendizaje descrito con anterioridad)
que se llevan a cabo de manera planificada fuera del campo de fútbol y en el
mismo terreno de juego. Para mí, aquí reside el trabajo psicológico más
importante que debemos emprender: crear en colaboración con los entrenadores y
con los preparadores físicos actividades y tareas para fortalecer la
mentalización de los jugadores y del equipo y llevarlas a cabo de manera
planificada. Han de ser tareas para mejorar los factores psicológicos
mencionados y que se puedan realizar de acuerdo a los principios del
aprendizaje anteriores y en la línea de lo planteado por el Psicólogo de la
Federación Madrileña de Fútbol, David Boillos, en el mejor libro que he leído
de psicología aplicada al fútbol (La
mentalización en el fútbol moderno) que dice “(…) realizar un tipo de
entrenamiento psicológico ‘en pista’ me parece especialmente importante la
realización de simulaciones, es decir, entrenamientos en los que se creen
situaciones similares a las reales, de forma que los futbolistas aprendan a
actuar automática y eficazmente ante ellas”.
Contexto
fútbol: Muchas veces hablamos de entrenamiento integrado e incluimos el aspecto
psicológico. La mayor parte de entrenadores no entendemos de psicología ¿Es
peligroso no controlar la carga psicológica que se aplica?
La mejor manera de que el entrenamiento
psicológico esté bien integrado favoreciendo el desarrollo educativo y
psicosocial de un sujeto y su rendimiento como futbolista es teniendo un
asesoramiento de un profesional de la psicología. Sin este asesoramiento el
trabajo psicológico carece de fundamentación teórica y metodológica por lo que
puede ser, en el mejor de los casos, ineficaz y en el peor, crear en los
futbolistas y en los equipos síntomas de malestar físico y mental.
Contexto
fútbol: En su opinión, la repetición de acciones técnicas y tácticas ¿facilita
su ejecución en situaciones extremas de presión (Por ejemplo, un penalti en una
final)?
Las tareas de entrenamiento del fútbol tal y como lo entiendo se
fundamentan en las siguientes ideas sobre el aprendizaje, extraídas de un libro
ejemplar escrito por Ignacio Pozo sobre psicología del aprendizaje titulado Aprendices y Maestros (Si se siguen estos principios las consecuencias sobre
la ejecución están aseguradas):
-
No hay un solo tipo de práctica eficaz para todos los aprendices
-
Cuanto más practicamos algo más probable será que lo aprendamos. La
cantidad de práctica es fundamental en cualquier aprendizaje. Cuanto más
complejos son los resultados que esperamos más práctica se necesita.
-
Es importante conocer cómo se distribuye esta práctica. Es más eficaz
separar las sesiones que la práctica intensiva.
-
El aprendizaje se ve influenciado por el tipo de práctica. Una
práctica repetitiva fomenta el aprendizaje asociativo, mecánico; una reflexiva
requiere del futbolista comprender lo que está haciendo. Una práctica basada en
situaciones abiertas con reflexión del aprendiz y una comprensión que
fundamente sus decisiones conduce a un aprendizaje más fácil de generalizar que
una práctica basada en situaciones cerradas, en ejercicios que sólo implican
aplicar rutinariamente aprendizajes anteriores sin comprender cómo ni por qué.
-
Comprender requiere plantear las tareas de aprendizaje como problemas
a los que hay que encontrar respuesta o solución y no como ejercicios en los
que se trata sólo de repetir respuestas que han tenido éxito anteriormente.
Problemas son motivos para la reflexión; los ejercicios para la repetición.
-
Dosificar la cantidad de información nueva
-
Automatizar los conocimientos básicos
-
Promover la reflexión sobre los conocimientos
-
Plantear tareas abiertas y fomentar la cooperación. El aprendizaje es
una actividad social. Cuando hay interacción y cooperación entre los aprendices
para fijar metas conjuntas y buscar en común medios para alcanzarlas, los
resultados suelen ser mejores que cuando las tareas se organizan de modo
individual.
-
Cooperar para aprender y aprender en interacción: convertir el
aprendizaje en una empresa común, apoyo mutuo, ayuda de unos a otros;
construcción de una cultura cooperativa sin que los aprendices eludan sus
responsabilidades individuales.
Contexto
fútbol: Los vídeos para motivar al jugador están de moda. ¿Cree que pueden
sacar al jugador del nivel de concentración adecuado, llegando a experimentar
desesperación ante la no consecución de éxito temprana, agresividad, etc.?
Los vídeos pueden
ser una herramienta muy adecuada para mentalizar a los jugadores, siempre y
cuando, como he venido explicando a lo largo de esta entrevista, su uso tenga
sentido en la evaluación psicológica y social que se realice de un jugador o de
un equipo. Hay buenos vídeos extraídos de películas o de programas de
televisión pero lo mejor, a mi juicio, son aquellos producidos por el cuerpo
técnico del equipo donde los protagonistas son los propios futbolistas, sus
familiares, el equipo técnico, los aficionados, etc. La creación de un buen
vídeo y su visionado en el momento oportuno aporta un granito de arena más para
mejorar el rendimiento de los jugadores. Su uso inadecuado, como siempre, puede
ser inútil o generar alguno de los síntomas mencionados en la pregunta.
Contexto
fútbol: Muchos de nuestros lectores son entrenadores de fútbol base y se
enfrenta casi a diario a la realidad de los padres que atosigan a sus hijos
jugadores. ¿Se tratan muchos casos en el fútbol base en el que el rendimiento
de un jugador es escaso por la presión que ejerce un padre o familiar?
Los padres pueden hacer que la experiencia deportiva de sus hijos sea
satisfactoria creando ilusión, participación, etc., pero también lo contrario:
frustración, abandono, desinterés, etc. Hay un tipo de relación paterno filial
que es fuente de motivación y otra de ansiedad. No hace falta que ponga
ejemplos porque todos sabemos qué tipo de padres genera lo primero y qué tipo
de padres lo segundo.
Nos deberíamos preocupar también por el papel de los representantes, es decir, por los comerciales de futbolistas.
El problema fundamental es que, cada vez más, mercadean con niños más pequeños.
Los padres tienen una responsabilidad en que esto suceda, ya que se dejan engatusar
por ellos a cambio de un par de botas de fútbol y convencidos de las actitudes
“altruistas” de los representantes. Habría que legislar para que los
representantes no pudieran trabajar con menores de edad.
Contexto
fútbol: ¿Dónde reside el éxito para ser capaces los entrenadores de motivar a
sus jugadores a lo largo de un período competitivo tan largo?
El éxito de un entrenador consiste en su formación en materia de fútbol
y, sobre todo, en su personalidad. El mejor entrenador, desde la perspectiva
psicológica es el que tiene liderazgo: habilidades de relación (expresarse,
trato con las personas, etc.), experiencia, habilidades de comunicación,
capacidad de persuasión, dedicación, sabe manejar las tensiones que surgen
inevitablemente al trabajar con otras personas, maneja conflictos (negociación,
mediación), tiene conocimientos generales (cultura general amplia, manejar el
ordenador, idiomas), maximiza la importancia de todos los miembros del grupo,
enfatiza el espíritu colectivo, da a todo el mundo un papel importante, reconoce
la excelencia, demuestra a las personas un apoyo sincero y real, minimiza la
pereza, evitan la holgazanería y la despreocupación.
Los líderes inteligentes consultan, delegan, reconocen sus
deficiencias y saben rodearse de colaboradores eficientes. Además, prepara las
cosas con antelación, se toma sus responsabilidades en serio, comprenden los
propósitos del grupo, no hablan de sus años de experiencia ni de cuantos años
han sido profesionales como futbolistas (implica falta de capacidad), no
estimulan la formación de camarillas.
Expresan las opiniones, sentimientos, derechos e intereses de forma
asertiva. Corrigen de forma serena, educada y dialogante, etc. Hacen críticas
asertivas
Reciben críticas, opiniones, sentimientos, derechos e intereses de
forma asertiva. Reaccionan de forma positiva ante los propios errores y faltas,
aceptándolos sin más. Reconocen el error. Saben a escuchar (no solemos prestar
atención a lo que nos dicen los demás)
Líderes y su relación con sus
colaboradores:
-
Establecer un organigrama claro
-
Asignar cometidos
-
Organizar el funcionamiento cotidiano
-
Trabajar en equipo
-
Delegar responsabilidades
-
Distribuir las decisiones que afectan al grupo
-
Apoyar a los ayudantes: reconocer sus esfuerzos, aprobar sus
decisiones, etc.
-
Conceder autoridad a los colaboradores: respaldar sus decisiones.
Todo lo contrario es un entrenador con una personalidad narcisista que
se caracteriza por los siguientes rasgos (este tipo de entrenadores no crean
nada en los equipos que dirigen salvo ganas de que los cesen):
-
Autoimportancia: Exagera los logros y capacidades, espera ser
reconocido como superior. Cree que es especial y único y que solo puede ser
comprendido por personas especiales de alto estatus. Se relaciona con estas
personas
-
Fantasias de éxito, poder, belleza, etc.
-
Exige admiración excesiva
-
Pretencioso (expectativas sobre recibir un trato de favor especial o
que se cumplan sus exigencias)
-
Explotador, impersonal: saca provecho de la relación con los demás
para alcanzar sus metas
-
Carece de empatía: no se identifica ni reconoce los sentimientos o las
necesidades de los demás
-
Envidia a los demás y cree que los demás le envidian a él
-
Arrogante y soberbio
Desde Contexto Fútbol
agradecemos mucho su colaboración y atención, estando seguros de la importancia
que tiene lo que dice para nuestros seguidores.
Un abrazo y mucha suerte
No hay comentarios:
Publicar un comentario